MOTIVACIÓN
Los centros educativos se han convertido en escenarios donde se hace presente la violencia en sus diferentes formas: agresiones físicas y verbales, acoso y chalequeo, cyberacoso… es una realidad entre pares, estudiantes, docentes y familias. El Centro Gumilla (2009) realizó una investigación en 150 centros educativos de dos populosas zonas de Caracas, donde evidenció que más 70% de los estudiantes y profesores afirman que las agresiones físicas están presentes dentro de los centros educativos y un 20% dice haber visto estudiantes con armas blancas y de fuego dentro de los recintos.
Así mismo, ya es reconocido por instituciones nacionales e internacionales que, uno de los desafíos de la educación del futuro es ofrecer a los educando herramientas para aprender a vivir juntos, a respetar al otro cómo así mismo, a saber cómo manejar los conflictos que se presentan al interactuar con personas con diferentes formas de ser, hacer, sentir y pensar.
La violencia es un problema multifactorial que nos afecta a todos y todas, muy especialmente a los niños/s y adolescentes, quienes muchas veces sin darse cuenta actúan violentamente con personas con las que se relacionan cotidianamente, pues la violencia se ha “naturalizado” en su entorno más cercano.
Mérida y los estados andinos no se escapan de esta situación, pues lamentablemente cada vez ha tomado cuerpo en los centros educativos, los cuales de alguna manera son reflejo de lo que pasa en la familia y en la sociedad en general... De allí la importancia de proponer a los educadores la oportunidad de obtener herramientas prácticas y teóricas para afrontar esta situación tanto en el ámbito personal como educativo
OBJETIVO:
Formar personas o profesionales vinculados con la educación, atención y protección de niños, niñas y adolescentes para identificar, prevenir y actuar en casos de violencia escolar.
PERFIL DEL EGRESADO(A):
Una vez finalizado el Curso las y los participantes estarán en la capacidad de:
· Identificar, prevenir y actuar en situaciones que generan violencia estudiantil con un enfoque de derechos humanos, psicosocial y sistémico.
· Favorecer el fortalecimiento de vínculos afectivos con las familias y los centros educativos
· Elaborar propuestas para la promoción de la convivencia escolar pacífica desde una dimensión sistémica y derechos humanos de infancia.
DIRIGIDO A:
Personal directivo de centros educativos, coordinadores(as), docentes, orientadores(as), psicólogos(as), defensores(as) educativos, comunitarios, consejeros(as) de protección, directivos y miembros de sociedades de padres y representantes, voceros(as) de consejos comunales u organizaciones comunitarias y profesionales con responsabilidades afines
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